dimarts, 10 de juliol del 2012

Ciència vs. religió: un fals conflicte, de Stephen Jay Gould


Dos magisteris que no se superposen: equivalents i independents com l'oli i l'aigua. com el yin i el yang. Tenen lògiques diferents, responen a preguntes diferents. Per mi el llibre és una petita decepció: el renom del científic em prometia més originalitat intel·lectual; potser és pressumptuós dir-ho però m'ha semblat una mica barato.

La sinopsi de La Casa del libro:
En este libro, Stephen Jay Gould, se enfrenta al viejo dilema que han tenido que afrontar los intelectuales desde el Renacimiento para proponernos que, en vez de seguir escogiendo entre ciencia y religión, optemos por un punto medio que reconozca la dignidad de ambos mundos. Es decir, que la ciencia defina el mundo natural y la religión, y que ambas puedan cohabitar respetuosamente. Para sustentar su propuesta, el autor sesumerge en la historia de la ciencia y asedia las figuras de científicos y líderes morales que, a lo largo de los tiempos tuvieron que enfrentarse a dilemas de fe y razón. Galileo o Darwin ejemplifican el argumento del autor de que los individuos y las culturas deben cultivar tanto la vida espiritual como una constante interrogación racional para experimentar plenamente las potencialidades de la condición humana. (http://www.casadellibro.com/libro-ciencia-versus-religion-un-falso-conflicto/9788484329183/1138486)

La crítica dels ateus (Ateus de Catalunya)
S. J. Gould es un científico que se declara a sí mismo agnóstico, por ello su participación en este debate podría parecer a priori neutral, pero como ya está archidemostrado el hecho de ser científico no garantiza más que el dominio, como reconoce el propio autor, de la especialidad propia y por ello sucede lo que en tantas ocasiones, que queriendo resolver un conflicto ajeno a su disciplina en base de propuestas conciliadoras acaba por mostrar su propia impregnación religiosa, buscando la forma de justificar un espacio para la religión en un mundo donde el conocimiento objetivo cada vez más va arrinconándola hacia posiciones difíciles de defender. Por eso no logra convencernos con su propuesta, porque no aborda el problema en su registro real y sólo trata de quitar hierro a la contienda a base de buena voluntad.