Una pel·lícula preciosa sobre
com quatre nens fan hores de camí per arribar a l'escola (al Marroc, a Kènia, a l'Índia i a l'Argentina) Encara que de vegades la barreja de documental i de ficció grinyola el resultat final toca la fibra amb eficàcia i et fa pensar no només sobre les diferències i les injustícies d'aquest món mundial sinó sobre el paper de l'escola i d'allò que hi ensenyem.
Aquí, muchos niños ricos pasan horas en autobuses para ir a escuelas
exclusivas -un sacrificio que les imponen los padres que desprecian el
valor de la educación pública-, en las que realmente no les gusta estar,
porque no les divierte estudiar. Se aburren. El pequeño protagonista africano de esta película
conoció a algunos de estos niños cuando acompañó a Plisson a presentar
su trabajo en Japón. “Primero no entendía nada, pero luego se volvía
loco de enfado. No daba crédito a su inconsciencia. No es normal que los niños en nuestros países no quieran aprender, que no les guste la escuela. En los países ricos algo estamos haciendo muy mal en el tema de la Educación”.
http://www.publico.es/culturas/camino-escuela.html
i m'agrada molt la crítica de Salvaoret en aquest bloc que recomano
http://educarentiemposinciertos.blogspot.com.es/2015/01/camino-la-escuela-un-ejercicio-de-fe-en.html
A todos los que amamos la educación -que no es lo mismo que trabajar en
el sistema educativo- esta película no puede dejarnos indiferentes, sino
que nos toca, nos llega y nos emociona. La recomiendo vivamente: es un
documento valioso sobre la relevancia de la educación, del trabajo
docente, del sacrificio de los alumnos por ir cada día al aula,
alfabetizarse, abrir ventanas al conocimiento.
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