György Spiró utiliza una y otra vez la expresión “nuestro héroe” para referirse a Gyuski, pero no hay nada heroico en el personaje. Simplemente, es el centro de una historia donde no es posible la fraternidad ni la amistad, pues cualquier ciudadano es un delator potencial. La delación es una pieza esencial en un sistema donde el individuo carece de derechos. Katia es militante del Partido Comunista, pero no ignora que la corrupción es uno de los rasgos esenciales del sistema. Cuando organiza la Exposición de Primavera, comete el error de incluir la obra de pintores disidentes. Sus escasos conocimientos de arte contribuyen a propiciar una situación que también afectará a su marido, convirtiéndolos en sospechosos de contrarrevolucionarios.
(post a El Cultural)
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