Luo Hongwu regresa a Kaili, su ciudad natal, después de haber escapado de esta hace muchos años. Allí comenzará a buscar a la mujer que amó y que nunca logró borrar de su mente. Su nombre era Wan Qiwen.
Un escritor creía escribir sobre el futuro, pero en realidad era el pasado. En su novela, un misterioso tren salía de cuando en cuando con dirección al año 2046. Todos los que subían a él lo hacían con el mismo propósito: recobrar los recuerdos perdidos. Se decía que en 2046 nada cambiaba. Nadie sabía a ciencia cierta si eso era verdad, porque ninguno de los que viajaron regresó jamás. Con una excepción. Él estuvo allí. Se marchó voluntariamente. Quería cambiar.
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